José Antonio Olmedo: Basta

2º Premio de Poesía IX Certamen Literario Ateneo Blasco Ibáñez 2018

BASTA, de Heberto de Sysmo

Significado de kintsugio kintsukuroi:
«Es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. En la filosofía japonesa el kintsugi plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto».

«La herida es el lugar por donde entra la luz».
Rumi

LECCIÓN DE AMOR

A Cora

I
Una lección de amor encuentra aquel
en quien el odio instala su rictus de desprecio,
en quien su alteza niega
la gracia, la empatía y el respeto.
Una lección de amor, y no otra cosa,
enfrenta quien soslaya al ímpetu primero
de entregarse, de darse a los demás
sin más lisonja ni más prima
que ser en los demás o jamás ser.
No hay tiempo en que el cariño
no pueda devolvernos a la vida,
no hay sima tan profunda ni fuego tan constante
que impida regresar a cuanto somos.
De una lección de amor os hablo a todos,
una que ¡tan profunda! Supuso más violenta
que cualquier golpe… Un gesto de perdón.
No existe el pensamiento, o eso dicen,
en ningún animal, salvo en nosotros;
sin embargo, el amor, lleva consigo
hasta el mínimo insecto.
Una lección de amor, cada momento,
podemos aprender de las criaturas
que se arrastran y duelen y no somos nosotros;
pensar para no amar y tanto esfuerzo
para sabernos faltos.

II
No seas solo un pájaro
si en ti todos los pájaros perviven.
El Bien irradia a todos,
no elige a quien herir su luz perpetua.
No hay más merecimiento en el amor
que en la ignorancia y miedo de quien miente,
pero alta recompensa sí recibe
quien sin saber oficia día a día, ternura.
No te amilanes si el amor escuece,
—la herida es el lugar por donde entra la luz—
él duele porque cura, absorbe el daño;
gusano que se cría en las heridas;
doctrina de la causa final,
fruto de flor, de solo un tallo.
Tal vez en estos versos como espejos
el alma se desnude
para jamás vestirse.
Oye al callar lo que al hablar no escuchas,
y toda la elocuencia del silencio
revelará un discurso inesperado.
Una lección de amor involuntaria
encuentra el que al pensar, detiene el puño,
y su alma se sincera en el dolor.
Un daño y su enseñanza son la vida.
Lección para cualquier alumno es el amor.

© José Antonio olmedo López-Amor

POEMA QUE NO DEBIÓ HABERSE ESCRITO

A los niños de Idlib
La palabra es el tiempo, el silencio la eternidad.
Maeterlink

Escribo este poema porque debo escribirlo,
porque otros, como yo, también lo harán
sin advertir que somos seres privilegiados.
Incluso tú, que lees, o que me escuchas,
quizás, ociosamente en tu recreo.
Probablemente aquí, y en este ahora,
no encontrará —quien busque—, el goce estético;
no encontrará experiencia, ni silencio,
sentimentalidadesni vanguardias.
Sí, nadie advertirá en esta elocuencia
su regalo, su suerte,
su probabilidad de vida.
Escucho cada día la frustración del mundo:
seres insatisfechos que no tienen bastante.
Escucho a amas de casa, preocupadas
por el color de su cocina.
Escucho a jugadores millonarios,
jactarse de sus logros y victorias.
Escucho a paparazzis, lamentarse
por no captar a tiempo su exclusiva.
Tanta banalidad, duele y enferma,
su reflexión contagia el virus de la burla.
¿Crees que tienes problemas?
Pero no has intentado reanimar
a tus pequeños hijos, con las manos,
y has fracasado.
No te has caído,
corriendo, calle abajo,
mientras el polvo te cegaba,
sintiendo sobre ti
pedazos de tu amigo.
Tus lágrimas no me conmueven.
Me conmueve quien huye
tras el toque de queda
sin saber si está muerto.
Quien guarda —para alguien—
en un solo bolsillo, sus riquezas.
Dicen que ayer, unos aviones,
llevaron gas sarín a los pulmones
de niños inocentes;
aceleraron su asfixia,
pues vivían con sogas
circundando sus cuellos.
Una familia entera murió mientras dormía.
Ya, ni siquiera, ver morir
agonizando
a la propia inocencia,
nos hace despertar, palidecer
de vergüenza y tristeza…
Seguid como si nada.

© Heberto De Sysmo

© José Antonio Olmedo López-Amor ver currículum »