Artículo publicado el 1 de junio de 2007, en el periódico Valéncia Hui
ALGO QUE DECIR SOBRE LA LEY DE PARIDAD (III)
Desde la antigüedad, tras la pérdida del poder femenino, las organizaciones sociales han estado dirigidas por hombres. El derecho de propiedad ha sido el primero que jurídicamente se ha protegido. Pero el patrimonio del cabeza de grupo comprendía: sus tierras, sus animales, sus siervos, sus hijos y su mujer. Por lo tanto, el derecho de la mujer a la igualdad está anulado, y ni siquiera se plantea su existencia en un ordenamiento jurídico de fuerte dominio masculino.
Pero en contra de lo que pueda creerse, esta situación se ha mantenido en nuestra sociedad hasta nuestros días.
El enunciado «Derechos del hombre» se refiere exactamente a eso; y la prueba la tenemos en que a finales del siglo XX, en 1993, la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas para los derechos humanos, celebrada en Viena, expresa claramente que todos los derechos fundamentales del hombre se deben aplicar también a las mujeres; y en diciembre de ese mismo año la Asamblea General de la ONU aprueba una declaración sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres.
También en España la mujer ha de esperar hasta 1975 para que el Código Civil español haga desaparecer la figura del marido como cabeza de familia, se elimine la licencia marital y se erradique la obediencia de la mujer al marido.
Las mujeres representan más del 50% de la población mundial, y a pesar de eso, su presencia en las altas esferas del Estado en todo el mundo, y todavía en el siglo XXI, es inferior al 12%. Pocas veces vemos a la mujer ocupar un cargo en la cartera ministerial de Economía y Hacienda, o el más alto puesto de responsabilidad de los bancos centrales, o en las más importantes centrales sindicales. Sin embargo las estadísticas demuestran que el acceso de la mujer a la universidad en los países donde les está permitido, cuenta con un mayor rendimiento intelectual y aprovechamiento, que eleva el porcentaje al 60% de mujeres que acaban la carrera frente al 40% de hombres que lo consiguen. Y a pesar de eso, ¿cuántas veces estamos viendo menospreciada la capacidad intelectual de una mujer a favor de un hombre a la hora de acceder a un puesto de responsabilidad?
Las mujeres en España tenemos reconocida la igualdad respecto del varón, pero aún queda mucho que hacer por lograr la efectividad real en el mundo laboral, intelectual, y gubernativo.
Por esto y mucho más, la palabra PARIDAD es hermosa.
Isabel Oliver González ver currículum »
Presidente del Ateneo Blasco Ibáñez