Jesús Moreda Gamundi: Nacer, vivir, morir

1er Premio de Poesía II Certamen Literario Ateneo Blasco Ibáñez 2011

NACER, VIVIR, MORIR

Vivir es deslizarse, repetiste…
ÁLVARO VALVERDE

Nacer es empezar a deslizarse
por la pendiente absurda de la vida,
a marcar el camino con migajas
robadas a otras vidas y a otras nieves,
a podar primaveras y a verter
los presagios del aire en los barrotes
mezquinos del hastío y la miseria,
a limar corazones desbordados
de abras y muecas, a llenar fardeles
de telegramas y agonías secas.
Nacer es encender todos los cielos,
todos los faros, todos los bordones
y clavar en las bóvedas del tiempo
melodías y aromas de vinilo.
Vivir es escalar y descolgarse
por los surcos que van buscando surcos
donde yacer, donde plantar memorias,
donde las nubes se hacen mercromina
para curtir la brevedad del alba
y la costra arrancada a las conciencias
deja un rastro de cuentas de colores.
Vivir es cabalgar los desencuentros,
cargar gavillas de alacranes y áloe,
mover las fichas del azar, sacar
a la intemperie los bostezos ocres
de la prisa trabada a nuestras redes
y perseguir y levantar certezas
sobre cimientos vanos y precarios.
Morir es deshacer el equipaje
y volver a colgar en los armarios
los trajes que cosió nuestra soberbia,
pagar los intereses y los débitos,
desmontar las tramoyas y los sueños,
desnudarse del tiempo y de la carne;
morir es destrizar la niebla yerta
y mordiente que ofusca los sentidos
y encapota con dudas y recelos
el cielo de cristal de la inocencia.
Dar a las aguas lecho y cauce al viento.
Abrir mirillas a la noche ciega
y a las barreras de la nieve muda.
Morir quizá sea empezar la vida.

Y EL TIEMPO SEGUIRÁ

Y el tiempo seguirá desmoronando
los atajos indómitos del óxido,
repitiendo mañanas y zapatos,
desvistiendo y vistiendo paraísos
y eternidades, suturando eclipses,
malbaratando briznas de universo,
robando luz al día y sortilegios
a la seda que cala los vacíos.
Desaguará la soledad sembrada
de riberas quemadas y balcones
y aferrará entre fríos muslos ojos
y miradas, hogueras y palabras.
Y el tiempo seguirá royendo ocasos,
cuajando espumas, devorando élitros
y semillas de escarcha. Quebrará
sorbo a sorbo la sed encarcelada
en los andenes de las olas, pálpitos
conjurados de pájaros y peces.
Y secará sospechas y marismas
improvisando pasadizos ciegos
y estribillos de esquinas imposibles.
Y subirá al desván a tejer brisas
y barrer brumas y coser cenefas
en las cometas granas del crepúsculo.
Y nosotros iremos convirtiéndonos
en nombres sin paredes ni brocales,
en golondrinas sin confín ni patria,
embadurnadas de discursos torpes
y confinadas en penumbras ebrias.
Nuestros esquicios henderán sus ecos
en las trincheras llenas de suicidas
y desarroparán las callejuelas
de la infancia disuelta en el tañido
malva de las esquilas del invierno.
Y plantaremos álamos de cera
que se irán derritiendo con el sol.

© Jesús Moreda Gamundi ver currículum »