Jueves, 29 de febrero de 2024
Reseña del acto
El 29 de febrero el Ateneo Blasco Ibáñez presentó el poemario de la escritora, Juliana Sánchez del Pozo, “Tras la luz”. Poemario editado por el Ateneo Blasco Ibáñez dentro de la colección «Algo que decir». Antes de que la presidente del Ateneo, Isabel Oliver, diera comienzo a la presentación, leyó un extracto del currículo del escritor y premio Planeta, Fernando Delgado, tras el cual se guardó un minuto de silencio como homenaje de despedida y respeto al socio de honor del Ateneo Blasco Ibáñez fallecido el pasado 18 de febrero.
Isabel Oliver comenzó haciendo unas recomendaciones para los escritores noveles y pasó a resaltar algunos cuidados aspectos de la poesía de Juliana Sánchez, quien tomó la palabra para hablar de aspectos de su poesía y leer algunos de sus poemas; varias de las personas presentes en el acto subieron al estrado a leer uno de los poemas del libro.
El acto acabó con la magistral interpretación del barítono, Miguel García Casas, tras lo cual, los presentes degustaron un vino de honor, resultando una tarde amena y agradable.
Presentación del libro “Tras la luz”
¿Qué es poesía? Por Isabel Oliver
La famosa Rima XXI del romántico Bécquer, en su primera parte encierra la gran pregunta que, en el siglo XXI está cobrando más auge respecto al arte de la palabra: ¿Qué es poesía? Estamos en una época vertiginosa, de ideas que fluyen y buscan su acomodo sin apenas usar el comodín de la reflexión… Los sentimientos se agolpan inmisericordes y, muchas veces, desprecian el necesario reposo en el claustro creativo para envolverse cálidamente en la necesaria recreación antes de ser paridos en un ambiente literario.
Atrás ha quedado el tiempo de la búsqueda de la belleza de la palabra obtenida a través de los cauces de la dificultad, es decir, de las reglas que, como todo arte, cuando son observadas, elevan su resultado a la categoría de buena obra.
Desde mi punto de vista, estamos en la época de la cultura de la incultura: aplaudimos un escrito al que su, eso sí, conocido autor, lanza con el nombre de poema, pero al que no encontramos asomo de metáfora, aliteración, métrica u otro recurso literario al que un entendido pueda llamar poesía.
Quizás el problema estribe en que a los lectores les falta educación poética: Si no conocen los mínimos entresijos de la composición poética, ¿cómo pueden valorar la bondad o no, de lo que tienen delante?
Todos tenemos sentimientos, todos somos capaces de exteriorizarlos, afortunadamente, en España todos sabemos leer y escribir pero, ¿basta a la poesía el hecho de que una persona manifieste sus sentimientos a través de la escritura para que a ese escrito se le dé el nombre de poema?
La Poesía, como todo arte, merece respeto, merece el esfuerzo de entenderla, comprenderla y experimentarla por todos aquellos que desean ser llamados poetas, pero también, por quienes gustan de su lectura.
La humildad es la mayor de las virtudes a la hora de empezar a escribir: nunca hemos de fiarnos de las gratuitas lisonjas acerca de lo que hemos creado, si no estamos seguros de que lo hemos hecho convencidos de que hemos aplicado las reglas por las que se rige la pieza escogida, y, sobre todo, nunca hemos de refugiarnos en el ego que nos dice que, como estamos dotados de ciencia infusa, nadie está autorizado a decirnos cómo hemos de hacer las cosas.
Por lo tanto, hemos de saber que el camino de la escritura, y principalmente del género poético, es arduo y difícil pero no imposible. Que, si queremos, podremos. Sólo hay que estudiar, leer a los clásicos y seguir nuestros impulsos creativos, atrapar a la musa cuando llegue y dejar esa inspiración que hemos apresado en el papel, reposando un tiempo hasta que le demos la forma perfecta deseada.
Juliana Sánchez presenta con este volumen su primer libro de poemas. Ella dice que escribe a golpe de impulsos, sin embargo, asombra la belleza de algunas de sus figuras, así como la medida empleada para ello. Sin adaptarse a las reglas de la Métrica en todo el poema, Juliana nos regala varias estrofas en heptasílabos y octosílabos preñadas de metáfora que hablan de la buena disposición que muestra esta escritora a la hora de expresarse con belleza.
Una muestra de lo que digo son estas dos estrofas del poema XXI, “En el cálido pecho”, escritas en heptasílabos:
En el cálido pecho
de tu amor yo dormía
como niño en regazo
que su madre tenía.
Mis sueños eran dulces.
Contenta mi alma estaba,
no sentí nunca el frio
azul de madrugada.
Ni el miedo que la noche
del invierno me daba.
En el poema II, titulado “La encina” encontramos que el metro de la segunda estrofa está realizado en octosílabos. Fijémonos en el juego que da esta medida a la hora de evocar paisajes, y la belleza y serenidad que trasmite la autora al hablarnos de la vieja encina de su pueblo:
Encina amada y querida.
Bajo tu sombra, en verano,
el labrador se cobija,
y a la hora de la siesta
cuando se para la trilla,
tú, como madre nos dabas
tu dulce paz y armonía.
Juliana, en este poemario, nos hace partícipes de sus pasadas vivencias, de sus esperanzas, sueños y fracasos: El tema amoroso de Juliana es nostálgico principalmente; intuimos un dolor constante que, arraigado en el recuerdo, se niega a desaparecer, y ella, se deja llevar por esta agridulce sensación y habla en primera persona al amor que ya no está, pero que sigue alimentando la ilusión de mujer enamorada. Veamos las dos primeras estrofas del poema XVI, titulado “Fuiste amor”. El metro es libre, como casi toda la producción de este libro:
Fuiste, amor,
suave amanecer.
Luz que ilumina
la vida en su andadura.
Caricia del rocío y el aire
en la apacible mañana.
Fuiste, amor,
volcán ardiente, en la tarde
roja de sol y mieses.
Vehemencia inusitada
que a mi pecho colmó
de dicha y de pasión.
Juliana toca todos los temas de qué se puede hablar desde el estadio de la empatía, la complacencia, el amor, la contemplación y la resiliencia: Muestra su acercamiento humano ante las figuras de sus padres, o personas a las que parece que no conoce, pero que se solidariza con su ser. Casi filosóficamente, Juliana habla a la Naturaleza evocando paisajes de ríos, árboles, campos; tiene un recuerdo también para el sol, la luna, las estrellas… Todas estas figuras nos hacen partícipes de sus pasadas vivencias, recuerdos en los que vive una niña que gozó de una infancia feliz y a la que la vida le ha hecho el regalo de la longevidad. Juliana está felizmente jubilada y ahora, que puede dedicarse a lo que durante su vida laboral fue aplazando, sin descuidar, puede dedicarse plenamente a escribir.
Este es su primer libro. Esperemos que no sea el último, porque Juliana Sánchez del Pozo promete como poeta; ya en este poemario vamos a encontrar motivo de regocijo literario en muchos pasajes de sus poemas.
Ha escogido para su libro un título muy aclarador: Tras la luz. Nos sugiere una búsqueda hacia la verdad, la belleza y la paz. Tres características que Juliana ha querido plasmar en su libro. ¡¡Enhorabuena!!
Isabel Oliver.
Poeta y crítica literaria.
Discurso de presentación del libro “Tras la luz” ¿Qué es poesía? Por Isabel Oliver en pdf
Vídeo del acto
Fotos del acto
Invitación al acto
Presentación del poemario: “Tras la Luz”
De la poetisa, Juliana Sánchez del Pozo.
Con la intervención del barítono Miguel García Casas
Jueves, 29 de febrero, a las 18:00h.
En el Ateneo Marítimo, C/ de la Reina, 68.
Se ruega puntualidad. Entrada libre
Vino de honor. Organiza el Ateneo Blasco Ibáñez.