Las rejas que cierran el pozo se rompen una noche sin luna, corre que no te ve nadie, huye. Sueño cuchillos y sangre, el dolor de los golpes.
Yo te contaré una vida que surge después de hablarle a la niña de ojos tristes, mamá no dejes que despellejen nuestro corazón.
Terror, sentía cada día la muerte podrida en cúbito prono, olor que desprendesu piel a amoniaco y cocaína.
No, no quiero escribir desconsuelo.
Vuelvo a empezar, soyvaliente, me quedode pie, no te acerques.
Corro más que la bruma,adelanto al temor que se queda jugando con los árboles que flanquean el camino.
Por fin la luz del sol incide en la cara, calienta y muestra desde la distancia, la senda que lleva a la planicie tapizada de verde, la salvación.
Ladra agresor, nunca más volveré a esconderme.
Yo soy Lucia, y quiero ayudar a otras víctimas de la violencia de género.
©Xavier Eguiguren